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19/09/06

 

La Armada Argentina desaparece  

Los siguientes datos fueron extraídos de un informe especial de los marinos retirados: CONTRAALMIRANTE (R) CARLOS E. CAL, CAPITÁN DE NAVÍO (R) JUAN A. IMPERIALE, CAPITÁN DE NAVÍO (R) ALEJANDRO J. TIERNO cuyo documento completo fue publicado días atrás en una noticia en esta misma web. En esta oportunidad resumimos, para que el lector y cada argentino entienda de una vez por todas, que las Fuerzas Armadas son cada vez mas vulnerables y que están en pasando por el peor momento de la historia argentina. Es hora de reaccionar y pedir "seguridad", estamos indefensos y en unos años de seguir así, sufriremos las consecuencias. Desde que finalizó el conflicto de Malvinas, nos estan desarmando, ya que Gran Bretaña y Estados Unidos comprendieron de que con escasos recursos podíamos provocar un gran dolor de cabeza. Por eso hoy estamos ante un momento crítico, que Kirchner debería de entender, si es que no desea que en unos años la bandera argentina sea arriada de su pabellón. He aquí los puntos más impactantes del informe:

"El año 2005 nos encuentra con un poder naval disminuido como nunca antes, situación que la ha llevado a ocupar posiciones por detrás de países que hasta no hace mucho sólo contaban con una incipiente marina de guerra. Además, y por cierto más importante aún, esa situación ha afectado significativamente la capacidad de la Armada para contribuir a mantener el equilibrio militar regional, más aún cuando algunas naciones de la región han incrementado las capacidades de sus fuerzas armadas, en particular las de sus marinas.
La disminución de las capacidades de nuestra Armada a que hacemos referencia surge, entre otros, de los siguientes hechos:

Ha desguazado su portaaviones en 1997 y con él perdió sus capacidades de defensa contraaérea embarcada y de proyectar el poder desde su flota a grandes distancias sobre mar y tierra, mientras que la Marina de Brasil modernizó al Minas Gerais a mediados de los años 90 para embarcar por primera vez aviones de caza y ataque, y luego lo reemplazó con el poderoso São Paulo de 35.000 toneladas.
Ha perdido su capacidad de defensa antiaérea de área –entonces única en la región– que le brindaban sus dos destructores de la clase Hércules.
Ha llegado a la mitad de la vida útil de sus destructores de la clase Almirante Brown –en su momento (1983/84) los
más modernos de la región– sin actualizarlos y no ha incorporado en cantidad y calidad los 12 helicópteros que debían operar desde ellos. Chile adquiere la capacidad de proyectar hasta 268 misiles antiaéreos (nuestra Armada, 96 misiles) y misiles antibuque Harpoon, de mayor alcance y carga explosiva que nuestros Exocet.
Sólo ha incorporado dos de los seis submarinos TR que tenía proyectados y modernizado al único remanente del tipo
209 (modelo 1200), mientras que la Armada de Chile ha incorporado dos novísimos submarinos y modernizado los dos de la clase 209 (modelo 1400) que ya tenía, y la de Brasil está poniendo en servicio el cuarto del tipo 209 (modelo 1400) construido en sus astilleros, con lo que totaliza cinco de este tipo, y continúa sus investigaciones con vistas a construir un submarino de propulsión nuclear.
Ha dado de baja a sus seis barreminas y cazaminas, sin reemplazar con otros medios y/o sistemas su capacidad para
enfrentar una amenaza tan peligrosa para nuestra Flota y el comercio marítimo.
Ha perdido sus buques anfibios, mientras son varios los países de la región que los han incorporado.
Ha visto disminuida su aviación de caza y ataque, de tres escuadrillas con más de 40 aviones a principios de 1982, a dos con unos 9 aviones remanentes de los anteriores en línea de vuelo, mientras que la Marina de Brasil ha formado una escuadrilla con más de veinte reactores para operar en su portaaviones; los primeros aviones de combate con que cuenta desde enero de 1941.

Concurrente y desafortunadamente, la significativa disminución del poder naval de la República a que se hace referencia es acompañada por una también significativa disminución de sus poderes terrestre y aéreo. A la disminución de estos dos últimos se agrega el hecho de que algunos países de la Región han continuado incrementando los suyos, al menos en su calidad, y como indicación de ello aquí sólo se darán dos ejemplos, por cierto importantes y demostrativos de la situación, pero que no implican que los autores de este trabajo sugieran la existencia actual de amenazas potenciales por parte de ninguna de las naciones hermanas que se mencionaron y se mencionarán en este trabajo:


Brasil y Chile han incorporado a sus ejércitos nuevos tanques de batalla principales –por definición, los mejor protegidos y con mayor poder de fuego–, mientras que el Ejército Argentino usa como medio blindado más poderoso a un vehículo de combate de infantería –por definición, ligeramente protegido–, transformado para dotarlo de adecuado poder de fuego, y
A mediados de julio de 2005 Brasil selló con Francia acuerdos de cooperación entre sus industrias aeronáuticas, que fuen tes internacionales confiables habían informado incluirían la construcción en el país vecino, por Embraer-Dassault, del caza bombardero de última generación Rafale que está incorporando ese país europeo; asimismo, en el marco de esos acuerdos, Brasil adquirió –usados– una docena de poderosos Mirage 2000 C. Por su parte, Chile ya está incorporando sus nuevos cazabombarderos F-16 C/D-Block 50M, los más avanzados en América del Sur, y ha adquirido a Holanda 18 F-16 AM y BM con su modernización de media vida hecha, lo que los lleva a una configuración similar al avanzado F-16 C/D Block 52. A todo esto, la Fuerza Aérea Argentina sólo cuenta con aviones obsoletos para disputar la superioridad aé rea, siendo que ella es un requerimiento fundamental de las restantes operaciones aéreas, la mayoría de las navales y muchas de las terrestres.
Cierto es que en los tiempos que corren, podría demostrarse que el poder naval es el que debería recuperarse con mayor urgencia, pero es un hecho que nuestro Ejército y nuestra Fuerza Aérea requieren también recomponer sus capacidades, lo cual –es fácil deducir– tendría profunda influencia en la recuperación de las de la Armada; esto entre otros factores quizá más influyentes y condicionantes. Todo ello, evidentemente, obligará a reducir las expectativas de recuperación de nuestro poder naval."

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Nuestro Presidente, en vez de actuar y darle solución al problema, sigue dejando que las FFAA emepeoren y para ello, mantiene a una exguerrillera como Ministro de Defensa (¡!¿?) es incomprensible e ilógico, esto solo pasa en Argentina...

Los ciudadanos de este país, parece que mientras lleguen a fin de mes y el tema de la "seguridad nacional" no los toque de cerca, no tomarán cartas en el asunto. Hoy, Argentina, es una sociedad netamente egoísta en ese sentido, y a la vez desgraciadamente ignorante, por los manejes que sufre a través de los medios masivos de comunicación, en donde se los envuelve en una capa de mentiras, creando una realidad paralela.


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